29/julio

TODO OK. Dirección Punta Umbría (sin h!:), ese era nuestro último objetivo. Por la mañana llegamos patinando hasta el puerto del Terrón para cruzar y caer en el Rompido. Lobo de mar Vicente no dudo en agarrar la caña y puso la barca dejandonos en una playa de fango que daba a una rica carretera de tierra, calor y piedras de 4kms tragando polvo (nada como sufrir un poco para disfrutar mejor de un trago de agua). Avanzaba el día y nuestras ruedas no dejaron de rodar hasta llegar a Punta Umbría. A partir de este punto empieza lo que se denomina Oasis Apatalonger. Al llegar nuestros cuerpos buscaron por el puerto la manera de cruzar hacia la zona de Mazagón, pero el barco-taxi ya no iba a funcionar hasta el día siguiente, por lo que decidimos mirar alguna playa algo apartada para pegarnos un baño de tarde y a posterior buscar un sitio para dormir. Sin querer llegamos a un rincón en una playa, un rincón exquisito: Mosquito Club, un increible chiringuito-garito-chill-lounge con hamacas, cojines, una chula haima marroquí , y una cabaña bar. Nada más llegar nos acogieron con una familiaridad increible, les contamos nuestra aventura y no dudaron en ofrecernos la haima para dormir esa misma noche! Esa tarde disfrutamos a  ritmo de buena música un merecido descanso acompañados de la Familia Mosquito, lo que no sabíamos es lo que nos esperaba al día siguiente... por la noche estos simpáticos mosquitos nos picaron de tal manera que tuvimos que quedarnos otro día más. Disfrutamos de horas de sueño que echabamos en falta, tuvimos el placer de entregar en persona (en nombre de la Tribu Panarcos) la Pipa Sagrada al Gran Jefe Machakw (alias Pepe), una larga tarde de remojo en la que no nos faltó de nada. Por la noche conciertos en la playa y bailes indios hasta la madrugada! Nuestros cuerpos calleron felices una noche más en la haima de la playa de la Canaleta, descansando hasta que hoy por la mañana la brisa nos ha dado los buenos días. Desayuno, despedida y gracias a toda la Tribu de los Mosquito! Sin duda estos tres indios volverán a pisar estas tierras :=)
Salimos de la playa y fuimos a buscar la canoa que cruzaba la ría. Faltaban aún tres horas, cuando apareció nuestro amigo Emilio, y se ofreció a cruzarnos con su lancha hasta el muelle de Mazagón (no sin antes tomar unos pescaitos en familia).
Ya estamos al otro lado y nuestro próximo objetivo es un bocadillo de Nocilla y depués Doñana. Aún no sabemos como vamos a afrontar un paraiso natural de 30 kms de playa, sin carretera alguna y cuya unica alternativa es subir casi hasta Sevilla y volver a bajar. Veremos que nos depara la aventura.
Jau.
Javi, Ra y Quique.
 
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